lunes, 14 de enero de 2013

El pasado presente

Sí, quiero suicidarme todavía. Noticias de lo que podría ser mi presente si no me hubiera equivocado tanto son el motivo principal. He sentido una mezcla de rabia, envidia e impotencia de nuevo. La decisión que estoy tomando es que mañana por la mañana me ahorcaré. No quiero seguir con esto. No tengo ganas de seguir viendo el espectáculo.

Estoy escuchando canciones que me gustaron más de pequeño. Son tristes pero me transmiten las sensaciones aquellas de nuevo. Aunque tampoco son lo que mejor le puede sentar a un adolescente. A lo mejor mi obsesión por estas canciones no me ayudaron en absoluto. Hablo de algunas como Your funeral my trial de Nick Cave, I Know It's Over the The Smiths, Another Night In the Tindersticks, Hallelujah de Jeff Buckley, pero también de cositas como You Oughta Know de Alanis Morissette o Please Forgive Me de Bryan Adams, estas dos últimas más de mi infancia y pubertad que de mi adolescencia.



Me convertí en un esnob de la música muy pequeño. Uno de esos que tanto abundan hoy. Lo cierto es que me gustaba la música que escuchaba una minoría de gente por aquí. Da la casualidad que suele ser música o bien demasiado triste, bien demasiado alegre, bien demasiado algo. Nunca entraba en los cánones de la radioformula más masiva, aunque después descubrí que lo mío también era de radiofórmula, aunque fuese teóricamente minoritaria. Entiéndase, The Winner Takes It All, de Abba, me encantaba. Como lo hacían Goldfrapp y Moloko. 

Todo este background musical (atención, porque hay gente que se lo puede tomar en serio) me ha servido para castigarme por los rincones sin ningún motivo. También me sirvió para formar parte de un pequeño grupo del que me echaron por mi actitud. Ahora los veo ahí, seguir en la brecha, y se me cae el cielo encima. Lo único que pienso es que no quiero seguir viendo cómo la gente que he conocido en mi buena época sigue su camino mientras yo voy dando cada vez más bandazos. 

Sí, creo que mañana, con algo de tiempo, intentaré suicidarme. Sea así o no, mi intención con este blog es desahogarme y, en última instancia, servir de portavoz a los que llevan el estigma del suicidio encima. Primero, si lo estás pensando, déjate un día de plazo siempre, o unos minutos, o unas semanas. Segundo si conoces algún caso de cerca no creas que tu ayuda no sirve de nada. A los que se nos pasa esta idea por la mente constantemente nos ayuda el ánimo de los que pensamos que son o fueron nuestros amigos. En última instancia, como siempre digo, la solución al problema está en nosotros.

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