En estas idas y venidas en torno al suicidio tendrá que llegar el momento en el que deje de pensar en él. Esta mañana he vuelto a ponerme el cable en torno al cuello y he dejado caer un tanto el peso del cuerpo. Cuando la hipoxia ha comenzado a llegar me he arrepentido y he colocado pies y manos sobre el suelo. "No puedo", he dicho. "No puedo, no puedo y no puedo".
Mi caso es el de un problema temporal, por mucho que yo lo magnifique. Aunque tenga la sensación de que he perdido toda una vida por equivocarme, no deja de ser un problema temporal. Tengo vida para vivir todavía, equivocarme varias veces más, no volver a cometer las equivocaciones que he cometido. Al final, en lugar de estar muerto, porque he tenido otra noticia de la que podría haber sido mi vida vivida por otro, he estado escuchando a Zizek, una lectura de Schopenhauer y a Eckhart Tolle, todos hablando sobre el suicidio.
El vídeo de Slavoj Zizek es probablemente el más divertido, así que os dejo aquí con él, explicando cómo imaginaba su propio suicidio.
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